SELECCIÓN DEL TAMAÑO OPTIMO DEL PROYECTO
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INTRODUCCION
Como ya se ha expresado en clases anteriores todos los elementos desarrollados con un proyectos están de tal manera ligados entre sí, que no es posible definirlos en primera instancia, sino a través de un proceso cíclico imperativo que podrá llevar a la decisión final a través de una serie de decisiones intermedias, y la corrección de estas por la influencia de elementos adicionales no tenidos en cuenta en las primeras decisiones.
Así un proyecto deberá analizarse superficialmente en primera instancia para lograr el enfoque de orientación genérica, profundizando luego aspecto por aspecto y modificando los objetivos iniciales del proyecto a medida que se va progresando hacia el conocimiento de todos los elementos que juegan en él.
Puesto que la rentabilidad es siempre un objetivo mayor suele tenerse en cuenta como primera prioridad determinando como un umbral mínimo del cual no puede descenderse.
Pero la optimización de la rentabilidad es mucho más difícil porque depende de otros factores que pueden estar predefinidos y por lo tanto entorpecer la búsqueda de esa rentabilidad más alta.
Elegido y tipificado el bien a ser producido, se debe definir con claridad a cual segmento de mercado se dirigirá, excepto que haya libertad de elección del segmento que provoque mayor rentabilidad y beneficios.
Pero rentabilidad unitaria y beneficio suelen ser conceptos antagónicos, porque las rentabilidades unitarias son más altas en general en los segmentos de mercado de más capacidad socio - económica y por tanto más reducidos. Por el contrario los segmentos de mercados más amplios, tienen capacidad de compra más reducida por lo tanto, la rentabilidad unitaria puede ser menor, aunque la renta global tenga más capacidad de crecimiento.
Las características del poder de compra del mercado tendrán influencia en el diseño del producto que a su vez influenciará a la selección del proceso requerido para producirlo. Información sobre calidad y costos de procesos alternativos, a su vez tienen un impacto en el diseño del producto, algunas partes o componentes del producto pueden ser comparadas independientemente, lo que también tendrá un impacto en la selección del sistema de producción, su capacidad y otras características, o sea que en cualquier momento, el tamaño óptimo está dependiendo de factores ajenos a los puramente económicos o financieros.
El sistema de producción (proceso y facilidades físicas) es en sí mismo un proceso complejo que busca como información básica el diseño final del producto y los resultados del diseño del mercado (predicciones sobre la tendencia de la demanda; fluctuaciones estacionales y demanda por producto, en el caso de la producción de más de un producto); como también los requisitos técnicos de las operaciones y sus secuencias, y de la localización. Como se ha observado, el diseño final del bien para su producción no es un dato directo, sino que también surge de análisis repetitivos en donde el proceso, los datos preliminares sobre el mercado y el diseño preliminar del producto entran en juego. O sea que estos factores técnicos afectan al tamaño pero a su vez son afectados por la dimensión del proyecto.
Por último no se debe olvidar que en el proyecto se trata de unir tecnología y recurso humano de la mejor manera posible. Por consiguiente en el proceso de preparación del proyecto no se debe perder de vista el elemento humano que va a intervenir en la fase de ejecución y funcionamiento, ya que la distribución racional del trabajo y las condiciones y el medio ambiente del mismo influirá en la buena voluntad de los trabajadores para realizar sus tareas. Esta buena disposición para rendir satisfactoriamente es uno de los factores más importantes en el éxito de un proyecto, por lo que se debe asegurar que en él se hayan contemplado factores físicos propicios. Cuando en un área de desarrollo se prevé la necesidad de entrenar mano de obra no solo en lo tecnológico, sino también en la disciplina y en las relaciones particulares que se dan en la industria, esto afectará, por lo menos al tamaño inicial del proyecto. En circunstancias extremas un proyecto de cierta envergadura puede tardar varios años para llegar a su tamaño óptimo, aún en una de abundante mano de obra.
En cierta manera, el resultado final de las decisiones de los aspectos técnicos de la preparación del proyecto es la distribución física y diseño de la planta, ya que ellos son la expresión del proceso integral que implica una decisión de tamaño mínimo e irrevocable.
Para estudiar y analizar los aspectos técnicos más importantes en los proyectos se debe considerar entonces en primera instancia los aspectos sobre tamaño, en el segundo selección de tecnología, en el tercero localización, diseño y distribución en planta.
TAMAÑO
GENERALIDADES
El problema de la elección de tamaño, escala o capacidad se refiere a la decisión en cuanto al volumen óptimo de producción del proyecto por período de tiempo.
Debe tenerse presente que la preparación de un proyecto con VAN (VPN también) mayor que cero (0) no asegura que ese sea el mejor proyecto posible, ya que siempre cabe el interrogante de que pasaría si el tamaño del proyecto se aumentara o se redujera. Esta preocupación por la optimización del tamaño del proyecto se hace patética cuando se cae en casos de sobredimensionamiento (caso más frecuente) o subdimensionamiento.
Este punto es sumamente importante porque siempre existe en torno del proyecto una gran cantidad de expectativas, de inquietudes y de intereses particulares que con mucha frecuencia pueden coincidir en forzar la realización de tamaños superiores a lo racionalmente justificables.
Ya desde el punto de vista de un proyecto en particular, la determinación del tamaño de un proyecto está, en general ligada con aspectos tales como las predicciones sobre las tendencias, la estacionalidad de las ventas, y la demanda relativa de cada producto, lo que lleva también a tener en cuenta el ritmo de producción.
En algunos casos se puede presentar la situación de estacionalidad en las ventas. En este caso cabe la posibilidad de pensar en producir exclusivamente en función de la estacionalidad de las ventas, contratando mano de obra de acuerdo, fundamentalmente, con las fluctuaciones; en este caso, la capacidad de la planta debe soportar los requisitos de la temporada de demanda máxima. La alternativa opuesta sería promediar la demanda durante los doce meses del año y producir de acuerdo con este promedio; en este caso, se tendrían grandes inventarios durante las temporadas de demanda baja. Los dos extremos implican diferencias considerables en necesidades de capital inmovilizado, y en el riesgo de mantener capital congelado en inventarios.
Desde el punto de vista social, al seguir la curva estacional de las ventas se incurre en costos considerables, pues el emplear y despedir personal con frecuencia puede causar graves problemas en la imagen de la empresa, además de los costos en capacitación del nuevo personal, indemnizaciones, etc.
Otros aspectos que influyen en la distribución y en los tamaños definitivos de las facilidades, son la demanda relativa de los productos a ser fabricados , el volumen de cada producto y la estabilidad en el diseño de los mismos.
Si los volúmenes son grandes y los diseños estables, será hacia sistemas de producción en serie (automóviles, electrodomésticos químicos, etc). Si la situación es a la inversa, la tendencia será hacia sistemas flexibles de producción.
Las distribuciones asociadas a estas dos situaciones extremas son la distribución en planta por producto (en cadena) y la distribución por proceso. Hay, por supuesto situaciones intermedias entre esos dos extremos y la mayor parte de las distribuciones en planta en la realidad, son una combinación de ambas.
El tamaño de un proyecto está ligado al tipo de planta en el sentido de que una planta especializada puede tener una ocupación plena si hay demanda suficiente y una desocupación uniforme si no la hay; una planta flexible estará siempre con capacidad ociosa, aunque algunas secciones puedan tener superproducción.
DETERMINACION DE TAMAÑO OPTIMO
CONSIDERACIONES GENERALES
Durante la ejecución de las etapas de factibilidad y prefactibilidad , hay principalmente tres elementos que deben tenerse en cuenta en relación con la determinación del tamaño óptimo. Estas consideraciones son:
i.VARIACION DE LOS COSTOS A LARGO PLAZO
ii. GRADO DE ABSORCION DEL MERCADO
A partir de la determinación de la función demanda con lo cual se enfrenta la inversión que se analiza, se deberá determinar la evolución de esa función para todo el período del planteamiento del proyecto. Esta evolución estará influida por una cantidad de parámetros condicionantes propios de la función generalizada de demanda tales como ingresos per-capita, precios relativos de bienes sustitutos y complementarios, crecimiento demográfico y preferencia de los consumidores, etc. Las técnicas de análisis aplicables son las de los métodos econométricos, mediante los cuales se cuantificarán la elasticidad - precio y la elasticidad - ingreso y se realizan las proyecciones.
iii. LAS PROYECCIONES DE LA DEMANDA
Las proyecciones de la demanda así estimadas, permitirán conocer el monto d ellos beneficios brutos del proyecto para cada nivel previsto de capacidad. Un aspecto importante que debe ser estimado es la tasa supuesta de crecimiento futuro de la demanda, a efecto de lograr una optimización dinámica del tamaño durante la vida útil del proyecto.
Como ya se dijo, tasas de crecimiento altas previstas para la demanda, pueden llegar a justificar hoy tamaños que lucirán excesivos en el caso de tasas menores de crecimiento. Este problema, que tanto ha preocupado a los analistas de proyectos y que se relaciona con la mayor o menor flexibilidad que se quiera otorgar a las decisiones sobre capacidad, puede ser conceptualmente resuelto mediante el criterio de maximinización del VAN.
LA CONSTRUCCION DEL PROYECTO POR ETAPAS
Con respecto a este importante aspecto, se hacen las siguientes anotaciones:
En algunos casos este argumento carece de validez y simplemente se utiliza para justificar proyectos de dudosa prioridad; pero hay situaciones en las cuales la idea del "sobredimiensionamiento" puede ser razonable, como en el caso de existir apreciables economías de escala que puedan justificar instalar capacidad que resultará excesiva según los niveles vigentes de demanda. El futuro crecimiento de la demanda podría llegar a justificar esa decisión y en tales casos, los mayores costos iniciales se ven compensados por las mayores ventas futuras. En este caso, habrá una capacidad ociosa inicial. Este problema se puede obviar en la mayor parte de los proyectos, ampliando cuando la demanda lo justifique.
La decisión entre ampliar o no ampliar puede hacerse comparando las diferentes ampliaciones posibles a la luz del VAN.
Esto es sumamente importante en los sectores productivos en los cuales existe un continuo proceso de avance tecnológico. La metodología propuesta permite ponderar este elemento en su debida magnitud, ya que el flujo de beneficios y costos de una segunda fase del proyecto debe asumir las reducciones de costos o aumento de productividad emergentes de dicho avance.
Este punto de vista es muy importante para la consideración de la escala óptima de la propuesta de inversión, teniendo en cuenta que en muchos casos queda abierta la vía para futuras ampliaciones. No es frecuente encontrar análisis de proyectos que consideren la posibilidad de un aplazamiento parcial del mismo; esta es una de las alternativas del proyecto cuyo tratamiento debe ser explícitamente recomendado como tarea propia del proyectista.